Dolorosos recuerdos de
contaminación por mercurio los del Perú: La Oroya, Choropampa y más
recientemente Madre de Dios. En esta región el crecimiento de la minería de oro
–ilegal e informal (gran consumidora de mercurio)–, ha disparado los niveles de
contaminación, triplicando el nivel del límite máximo permisible. Estamos
jugando con fuego.
Si bien el Perú ha suscrito el
Convenio de Minamata, su implementación está pendiente y es urgente. Esta
semana un grupo de organizaciones (SPDA, Cooperacción, SER, etc.) iniciaron la
Campaña “No más Mercurio en nuestros cuerpos”, que busca que el Congreso
apruebe y el Presidente ratifique este Convenio. Tenemos el tiempo en contra:
ciudadanos a firmar y gobierno a implementar.
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