Políticas Agrarias para un Perú post extractivista – parte II
Martín Scurrah |
“Con la recomendación de estas medidas no
se pretende cambiar la situación del agro peruano de la noche a la
mañana, sino modificar o revertir las políticas, prácticas y tendencias
actuales que aumentarán los riesgos y la vulnerabilidad del país a largo
plazo”, así lo señaló Martín Scurrah, experto del Centro de Estudios
Sociales CEPES, en el libro Transiciones post extractivismo y al
extractivismo en el Perú, en un capitulo denominado: “Políticas agrarias
para un Perú post extractivista”.
Para ello Scurrah no propone un rediseño
completo, sino algunas medidas que se podrían tomar en los próximos años
para que agricultura peruana vaya preparándose para enfrentar los tres
desafíos señalados y construyendo los lineamientos de una agricultura
ajustada a una sociedad post extractivista.
Medidas para una transición post extractivista
A continuación se presentará un decálogo
de medidas que podrían reorientar el agro, según indica el especialista,
para que este en mejores condiciones de enfrentar el futuro:
1. Reorientar el apoyo
de los servicios del Estado (crédito, innovación, investigación,
asistencia técnica; etc.) hacia los pequeños productores, asegurando el
abastecimiento del mercado interno, la seguridad alimentaria de la
población rural, aumentando la producción de los cultivos, para reducir
la extrema pobreza del campo.
2. Modificar la venta y
distribución de las tierras, para que generen oportunidades de compra a
los pequeños y medianos agricultores, de tal manera que se reduzca el
latifundismo y la concentración de la propiedad agraria, para fomentar
mayor igualdad en las zonas rurales.
3. Promover la
investigación e inversión en sistemas de captación, almacenamiento y
gestión de agua apropiados y de larga duración en la sierra y selva
alta. Además de eliminar las prácticas de quema de pastos y excesiva
extracción de especies arbóreas para el uso de leña. Asimismo, la
corrección -urgente- del marco legal sobre el manejo de las fuentes
hídricas, incluyendo los derechos de uso.
4. Fomentar el rescate,
la investigación y la innovación en la tecnología agraria intermedia,
tanto la tradicional como la no tradicional, para que contribuya no solo
a la nivelación de la agricultura, sino también a generar capacidades
en el agro que puedan afrontar la crisis futura.
5. Promover la
investigación de las técnicas y sistemas agroecológicos y orgánicos
(provisión ecológica de los alimentos) y su desimanación entre los
agricultores, para igualar los niveles de competitividad de los sistemas
comerciales y alternativos, y para que mejoren las condiciones para
enfrentar la crisis venideras (UK Food Group, 2010).
6. Promover la creación
de cadenas de comercialización eficientes y equitativas, como señala la
propuesta de la Asociación Peruana de Gastronomía (APEGA), entre los
restaurantes más destacados y los principales productores de productos
de alta calidad, para fomentar la asociatividad entre los pequeños
productores.
7. Promover y reconocer
los servicios ambientales ofrecidos por los agricultores mediante la
creación de zonas de conservación de la agrobiodiversidad in situ, con
el apoyo del Estado y con subvenciones, cuando sea necesario.
8. Declarar la moratoria
de diez años, como mínimo, antes de la introducción de las semillas
genéticamente modificadas y emplear el periodo para promover la
investigación de los posibles riesgos de su empleo.
9. Si se logra comprobar
la contribución verdadera de los biocombustibles a reducción de los
gases de invernadero, reducir su presencia en la selva alta solo en
áreas intervenidas (para aprovechar la mayor abundancia del agua y
minimizar los impactos con el cambio del uso de los suelos).
10. Crear las
condiciones para la formación de sindicatos y la defensa de los derechos
legítimos de los trabajadores rurales en los predios agrarios grandes y
la agroindustria como medida para reducir la pobreza en zonas rurales y
aumentar los niveles de igualdad.
Scurrah precisó que aunque haya ejemplos
exitosos de sistemas agroecológicos alternativos en el país –como el
café, el cacao, la quinua y los plátanos orgánicos – todavía no tienen
el peso económico y político suficiente para convencer a los políticos y
a la opinión publica en general de las necesidades de implementar los
cambios propuestos y los impactos de las crisis alimenticias y
climáticas venideras.
“Por eso, es importante aprender la tarea
de generar estudios y simulaciones que demuestren los costos y
beneficios de poner en marcha, en forma oportuna, medidas de transición
hacia un agro consistente con las condiciones de un país post
extractivista”, concluyó Martín Scurrah.
http://www.agraria.pe/noticias/medidas-para-una-transicion-al-agro-post-extractivista