Artículo escrito por Gerardo Gudynas de CLAES, publicado en el diario La Primera. Observando el
escenario sudamericano se verá que, a pesar de los entusiasmos gubernamentales
con los extractivismos, se han lanzado iniciativas ciudadanas que buscan
detenerlos en votaciones nacionales.
Los dos casos
más recientes e importantes ocurren en Ecuador y Uruguay, y ofrecen lecciones
para Perú. El pasado sábado 12 de abril se entregaron en Quito, más de 750 mil
firmas para que el Consejo Electoral llame a una consulta nacional sobre la
explotación de petróleo dentro del Parque Nacional Yasuní, en la Amazonia. En
Uruguay se recolectan firmas para un plebiscito nacional que agregue a la
Constitución la prohibición de la megaminería a cielo abierto. Esto es una
reacción a la insistencia del gobierno Mujica en lanzar una gigantesca
explotación de hierro.
Son casos
diferentes pero hay muchas semejanzas. Los dos expresan un rechazo ciudadano al
extractivismo intensivo, insisten en que sus impactos sociales y ambientales
son intolerables (a contramano de dichos empresariales y gubernamentales) y no
creen que se puedan resolver con compensaciones económicas o medidas
tecnológicas. Denuncian, además, distintas limitaciones en el acceso a la
información y la participación.
En los dos
países se observa que el reclamo por las urnas proviene de grupos ciudadanos
que no descansan en los partidos políticos, y transitan caminos independientes
a ellos. Como reciben apoyos tanto por derecha como por izquierda su
independencia se refuerza.
Son promovidos
por colectivos sin liderazgos personales evidentes, al contrario de gobiernos
muy personalistas. Asoman muchos jóvenes, quienes no tienen gran interés en la
política convencional pero brindan su energía y creatividad en estas campañas.
En los dos
países, esos movimientos ciudadanos enfrentan resistencias desde el Estado y
sus apoyos políticos. Los obstáculos fueron variados e intensos en Ecuador. Pero
sorpresivamente lo mismo ocurre en Uruguay, donde no escapa a nadie que la
gobernante coalición de izquierda en el pasado promovió todo tipo de
plebiscitos, pero ahora que está en el poder lo rechaza para asegurarse un
contrato minero. Pero es muy difícil atacarlos porque no hay nada más
democrático que ir a las urnas para decidir si vale la pena ser extractivista.
Ver en: http://laprimeraperu.pe/columna/las-urnas-frente-a-los-extractivismos/
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