Artículo escrito por Alejandra Alayza de OXFAM, publicado en el diario La República. Luego de la promulgación del primer paquetazo pro inversión, esta semana el gobierno ha anunciado que el segundo conjunto de reformas sería dado a conocer en el contexto del Mensaje presidencial del 28 de julio. En este contexto, y con el lanzamiento del Plan Nacional de Diversificación Productiva, se profundizarían algunos de los pasos ya iniciados las semanas pasadas. Entre otros componentes, el anunciado Plan plantea la eliminación de lo que denominan “sobrecostos” y regulaciones inadecuadas, en materia de empleo, salud, seguridad y medio ambiente. Tema harto sensible.
Frente a lo que puede sonar como un razonable argumento para mejorar la eficiencia de las regulaciones, una vez más podrían darnos gato por liebre. La alarma en la opinión pública por la desaceleración del crecimiento de la economía y la angustiada insistencia de voceros de diversos sectores económicos por tomar medidas urgentes, constituyen el contexto perfecto para que cualquier reforma se abra paso, más allá de su pertinencia, legitimidad o necesidad. Todo se vale.
Se dice que el Plan de Diversificación ha identificado 46 obstáculos que serían priorizados: ¿cuáles son? ¿Hacia dónde van los nuevos tiros? Esta no sería la primera vez en que bajo el argumento antojadizo de los “sobrecostos” se metan por la ventana reformas con nombre propio, que en muchos poco tienen que ver con una verdadera reactivación, sino que empujan penosamente hacia atrás una institucionalidad que equilibre negocios, derechos y sostenibilidad.
Ver en: http://www.larepublica.pe/columnistas/globalizaciones/van-por-mas-17-07-2014
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