viernes, 11 de julio de 2014

Flexibilización ambiental

Artículo escrito por Eduardo Gudynas de CLAES, publicado en el diario UNO. En estos últimos días, no son pocos los análisis internacionales que se enfocan en Perú. La aprobación del paquete de medidas económicas, y en particular sus implicancias ambientales, han despertado mucha preocupación.

Un vistazo a lo que ha sucedido en América del Sur muestra similares intentos en todos los países vecinos, sin excepción. Conocidos como medidas de “flexibilización ambiental” (un término análogo a la “flexibilización laboral”), eran defendidas como necesarias para alentar la inversión y acelerar la economía. Eran reducciones en la fiscalización ambiental, ,recortes en las capacidades de ministerios, o el ofrecimiento de distintas exoneraciones. 

Veamos algunos ejemplos.  En Brasil, el gobierno Lula da Silva entre varias medidas, dividió en dos su principal agencia ambiental, y fue cambiando directivos hasta encontrar uno que firmara los permisos ambientales. En Colombia se buscó implantar licencias ambientales “express”. En Bolivia se quieren evitar las consultas y evaluaciones en las exploraciones petroleras. 

¿Cuáles fueron los resultados de estas flexibilizaciones? No hay evidencia que fueran importantes para acelerar proyectos productivos ni en atraer más inversión. En cambio aumentaron, por un lado, los conflictos sociales,  y por el otro, las acciones judiciales contra los emprendimientos.  Eso espantó a más de un gran inversor, generando un efecto contrario al esperado por los gobiernos. El deterioro ambiental se profundizó.

Las recientes medidas del gobierno peruano parecen desconocer las experiencias de sus vecinos. Pero además, por momentos, se cae en bizarras consideraciones. Es el caso de quienes  reclaman alcanzar un “punto medio” entre fundamentalistas de mercado y lo que identifican como un dogmatismo ecologista. 

Sorprende que se perciba como dogmático a quienes aspiran a vivir sin contaminantes que afecten su salud o con agua limpia a su disposición. Parecería que pasa desapercibido que el resultante de las políticas económicas y ambientales de los últimos años, se ha corrido a extremos tan conservadores, que reclamos muy básicos por la calidad de vida sean vistos como un extremismo. Bajo estas condiciones, ese “punto medio” en realidad está recostado sobre más flexibilizaciones ambientales.  

Ver en: http://diariouno.pe/columna/flexibilizacion-ambiental/

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