martes, 19 de agosto de 2014

Sin justicia tributaria no la hacemos

Artículo escrito por Armando Mendoza de OXFAM, publicado en el diario UNO. Recientemente se ha planteado por enésima vez la cuestión de la visión que la tecnocracia estatal tiene; si acaso; del Perú; es decir cuál es su visión de país, o para decirlo en cristiano; hacia dónde vamos, o pretendemos ir. Así, el Ministro Castilla ha declarado que el Perú podría (énfasis en el “podría”) al 2021 ser un país “desarrollado” y miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), la cual reúne a las principales economías mundiales.

El problema, como varios analistas ya han señalado, es que para acceder a la OCDE no basta con el crecimiento económico, sino además tener altos estándares en una variedad de temas: sociales, ambientales, laborales, anticorrupción, etc.; pero pese al discurso oficial, lejos de avanzar hacia ello, más bien se está dando marcha atrás en los estándares ambientales, de consulta previa, condiciones laborales, etc.. 

Similar estancamiento/retroceso existe en lo tributario. Ningún país puede considerarse “desarrollado” sin un sistema impositivo eficiente, equitativo y transparente; y, al respecto, no podemos decir que vamos por buen rumbo, pues ni siquiera somos integrantes del Foro Global Tributario de la OCED, reflejando nuestra pobreza de avances en la transparencia tributaria.

Asimismo, ya la SUNAT admitió un secreto a voces: no se alcanzaran las metas de recaudación planteadas al 2016. No llegaremos al 18% del PBI de presión tributaria; e incluso mantenernos en 15-16% dependerá de que los precios internacionales de los minerales se mantengan estables, así que prender velitas no estaría de más.

La realidad es que el Perú  ha tenido una “década perdida” en lo tributario, pues durante el auge fiscal se desperdició una oportunidad única para construir un sistema impositivo más progresivo que el actual; donde mientras muchos somos sobrecargados, otros se van de alivio gracias a medidas de cuestionable legitimidad.
Un ejemplo es la “actualización” de deuda tributaria incluida en el paquete “reactivador”; la que representa una multimillonaria condonación cuyo origen e impacto hasta el momento no se aclara debidamente; pues las autoridades, tergiversando el significado de la reserva tributaria, se niegan a identificar a los afortunados.

Mientras no contemos con un sistema tributario más justo, careceremos de la base para levantar un mejor Estado, tener mejores políticas públicas, acceso universal a servicios, etc.. Podrán las autoridades prometer que nos convertiremos en un país “desarrollado”, pero seguiremos siendo un país que se quedará en el camino; pues así, no la hacemos.

Ver en: http://diariouno.pe/columna/sin-justicia-tributaria-no-la-hacemos/

jueves, 14 de agosto de 2014

¿El club al que queremos pertenecer?

Artículo escrito por José De Echave de CooperAcción, publicado en el Diario UNO. Hace unas semanas LAMPADIA.COM, publicó un editorial titulado “¿Un grupo al que el Perú debe entrar?”. Se referían a la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), el club de los 30 países más desarrollados. 

En el artículo se menciona que ingresar a la OCDE nos permitiría afianzar nuestras políticas públicas (¿las actuales?) y también se señala que tanto Chile como México ya lograron ingresar a este club y que Colombia ha avanzado en el proceso.   

Lo que no se dice es que estos países han tenido que cumplir con una serie de exigencias. El proceso establecido para ser parte de la OCDE es sumamente complejo e incluye una serie de requerimientos que los países deben cumplir: la obligación es elevar estándares en materia económica, social, ambiental, entre otros aspectos. 

El caso de Chile es bastante ilustrativo.  En el 2007, este país inició el proceso de incorporación a la OCDE y por ejemplo tuvo que adoptar 52 compromisos en materia ambiental, que iban desde el fortalecimiento y desarrollo de la institucionalidad en la materia, ordenamiento territorial, control de contaminación atmosférica, gestión integral de cuencas hídricas, planes y estrategias de diversidad biológica, asignación de recursos para proteger ecosistemas significativos, etc. En ese período Chile creó los tribunales ambientales, la superintendencia de medio ambiente, la reforma al sistema de evaluación ambiental y aprobó la norma de calidad del aire para material particulado 2,5. 

Es solo  después de implementar estas exigencias, entre otras, que Chile fue admitido en la OCDE el año 2010, convirtiéndose en el primer país latinoamericano en lograr su incorporación. 

Por lo tanto, las lecciones son claras: el requerimiento es elevar estándares y no bajarlos. La historia hay que contarla completa; si se pretende pertenecer a este tipo de institucionalidad global, debemos avanzar y no retroceder. El reciente paquete de medidas económicas y ambientales aprobado va en sentido contrario; nos aleja cada vez más del primer mundo, y nos confina a la tercera o cuarta división en varios indicadores fundamentales.

Ver en: http://diariouno.pe/columna/el-club-al-que-queremos-pertenecer/

martes, 5 de agosto de 2014

Latinoamérica discutirá en Lima educación, ambiente y sustentabilidad

Artículo escrito por Eduardo Gudynas de CLAES, publicado en el diario UNO. En 2014, Lima será un referente mundial en cuestiones ambientales en dos ocasiones. Todos sabemos que en esta capital tendrá lugar una cumbre mundial sobre cambio climático. Pero es menos conocido, aunque es sin duda tanto o más importante, que en esta misma ciudad se celebrará el séptimo Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental.

Es un evento que despierta mucha atención en América Latina, ya que será un espacio donde se podrán compartir prácticas y saberes concretos, muy distinto al clima enredado de los gobiernos negociando en el marco de la Convención de Cambio Climático. Además, la educación tiene un papel clave para intentar cualquier cambio sustantivo en nuestras relaciones con el entorno, incluido aquellos involucrados en el cambio climático.

Este nuevo congreso otorga especial atención, entre otros temas, a los abordajes comunitarios e interculturales, y los vínculos de esos campos con las cuestiones del desarrollo. El evento tendrá lugar del 10 al 12 de setiembre, y el comité organizador nacional está liderado por los Ministerios del Ambiente y de Cultura de Perú. Retoma, por suerte, la tradición de estos congresos después de una pausa, tal vez muy larga (el último tuvo lugar en Argentina en 2009).

Al hablarse de educación ambiental no es raro que muchos piensen en una maestra de escuela dando una clase sobre fauna y flora, pecando de un prejuicio condescendiente. En realidad, la educación ambiental latinoamericana está avanzando en múltiples frentes, tanto en los campos formales (por ejemplo en centros educativos), como los no formales (tales como una comunidad campesina o una junta vecinal). 

Justamente, en Lima se otorgará especial atención a la educación ambiental comunitaria e intercultural, avanzando a cuestiones como el diálogo entre saberes, las articulaciones con las políticas públicas, el desarrollo rural o la construcción de ciudadanía.

Estamos, por lo tanto, ante distintas vertientes de la educación, más diversificada y alejada de aquella imagen minimalista. Más que educación ambiental es una educación para el desarrollo sostenible, lo que le permiten abordar urgencias como cambiar los patrones de consumo o los sentidos del desarrollo convencional.  

Ver en: http://diariouno.pe/columna/latinoamerica-discutira-en-lima-educacion-ambiente-y-sustentabilidad/

viernes, 1 de agosto de 2014

Ausencias climáticas

Artículo escrito por Alejandra Alayza de OXFAM, publicado en el diario La República. En un contexto en el que el Perú ha asumido la responsabilidad global de liderar la negociación climática, la ausencia de referencias a este proceso durante el mensaje de 28 de Julio, no ha sido una buena señal. Luego de varias semanas de polémica en torno a la reducción de los estándares ambientales para la promoción de inversiones, el Presidente no sólo evitó temas controversiales –anulando las referencias a los temas ambientales durante su discurso–, sino que obvió mostrar la ruta de nuestro país durante los próximos meses liderando la Presidencia de la COP20.

¿No había nada que el Presidente pudiera decir en 28 de Julio?. A pesar de la debilitada posición con la que el gobierno quedó luego de las reformas de las últimas semanas, y considerando que la permanencia del Ministro Pulgar Vidal en el gobierno tienen en la realización de la COP su prioridad, hay cosas que podrían haberse dicho (y que de hecho esperamos escuchar en los próximos meses).

Por un lado está pendiente mostrar cómo el Perú liderará el proceso convocando a sus pares a asumir compromisos más ambiciosos de cara a la negociación climática de diciembre para lograr avances mínimos. 
De esto, cero balas. Y por otro lado, también quedaron pendientes cuáles son los avances mínimos que en materia de agenda nacional frente al cambio climático el país podría emprender. De esto tampoco, ni un murmullo.

Uno de los temas que el Presidente podría haber mencionado, es el proceso de discusión de la Ley Nacional frente al Cambio Climático que, como ha pasado en otros países –como es el caso de México-, parecería ser un mínimo aspirable en el que coinciden varios sectores, y frente a la cual algunos pasos se vienen dando el Congreso. En este proceso el rol del Ejecutivo será clave, pero el silencio del mensaje de 28 nos advierte del débil compromiso del Gobierno en esta materia. Tener la COP en casa, supone mucho más que organizar la logística para alojar a más de 10,000 visitantes. Implica asumir el proceso con el liderazgo político que el mundo requiere, y que lamentablemente no vimos en el mensaje Presidencial.  

Ver en: http://www.larepublica.pe/columnistas/globalizaciones/ausencias-climaticas-31-07-2014